abril 2017

El pasado 27 de marzo se realizó en la Universidad Externado de Colombia el conversatorio “Propuestas  y Retos de los Pueblos Étnicos en la Implementación de los Acuerdos de Paz en sus Territorios”. Organizado por la Coordinación Nacional de Pueblos Indígenas (CONPI) y la Coordinación Nacional de Organizaciones y Comunidades Afrodescendientes (CONAFRO). El evento estuvo apoyado por el Colectivo Agrario Abya Yala, el colectivo Yuca Brava y Juventud Rebelde. Este espacio fue convocado para dar a conocer los principales aspectos, retos y las propuestas de las organizaciones indígenas y afrodescendientes frente al Capítulo Étnico del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto Armado y contó con la moderación del economista investigador y coordinador del equipo asesor de CENPAZ Jorge Andrés Forero - Gonzalez.

En primer lugar Sneither Cifuentes, investigador del Colectivo Agrario Abya Yala presentó el capítulo étnico. Posteriormente se dio un intercambio de percepciones y propuesta por parte de Loretta Meneses representante de la Coordinación Étnica de Paz (CENPAZ), y Armando Valbuena representante de la Comisión Étnica Para la Paz y Defensa de los Derechos Territoriales, plataformas que se han conformado para hacer el seguimiento, respeto de derechos y verificación a la implementación de los acuerdos de paz articulando en la Instancia Especial de Alto Nivel con los pueblos étnicos, que tendrá las funciones de actuar como consultora, representante e interlocutora de primer orden de la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final (CSIVI). Para complementar la discusión, Sandra Naranjo asesora del movimiento ciudadano Voces de Paz, hizo una presentación sobre los avances y retos que se vienen presentando en el escenario legislativo en cuanto a la aprobación de las leyes y reformas constitucionales que implementan el Acuerdo de paz.

En la presentación del capítulo étnico Sneither Cifuentes, subrayó: 

  • Que la inclusión de un capítulo étnico es una oportunidad histórica para reparar siglos de constante marginalización social para los pueblos indígenas y afrodescendientes y despojo de sus territorios ancestrales. En ese sentido una adecuada implementación del capítulo de reforma rural integral puede ayudar a solucionar el problema general que incubó el conflicto armado y que ha afectado profundamente a las comunidades étnicas del país. 
  • Destacó el reconocimiento en el capítulo étnico de los derechos de los pueblos indígenas y afrodescendientes con garantías de seguridad física y jurídica para el ejercicio de la  autonomía en sus territorios, el ejercicio de la participación política en escenarios locales y nacionales y las garantías para acceder a la reparación integral, todo lo anterior con un adecuado enfoque diferencial étnico que garantice el respeto a sus formas ancestrales de manifestación política, organización y creencias cosmogónicas.
  • Entre las dificultades en la implementación y cumplimiento de los Acuerdos, resaltó la manera unilateral con que el gobierno pretende implementar sus políticas y leyes desconociendo las mesas de concertación con las comunidades, usando el Fast Track para posicionar sus iniciativas sobre temas minero-energéticos.
  • Como retos, subrayó que frente al acuerdo de fortalecimiento de la guardia indígena y cimarrona que se establece como una garantía de seguridad para los pueblos étnicos, se necesita una autogestión y reconocimiento de autoridad étnica que asegure que el Estado no haga solamente presencia con el ámbito militar sino que estas autoridades logren, a su vez, cumplir un papel de relacionamiento con el Estado desde una perspectiva étnica y asegurar las formas ancestrales de autoridad, organización, jerarquización y cosmología propia de estas poblaciones para asegurar los enfoques diferenciales y étnicos del Acuerdo.                                                                        

Por su parte, Loretta Meneses representante de CONAFRO y de CENPAZ:

  • Recordó la exclusión, el asesinato y las agresiones  que las comunidades Afro han sufrido al reclamar sus derechos, situación que es la continuidad de la trata trasatlántica de personas, cuerpos y comunidades. Así mismo se presentó la Coordinación Étnica Nacional de Paz, que desde 2016 viene trabajando para asegurar las consultas previas para entablar diálogo sobre 18 propuestas concertadas con el gobierno.
  • Lorena resaltó que los diálogos de la Habana, ha podido abrir diálogos con mesas interculturales y otros escenarios que sirven para proponer salidas a la situación, en los territorios se está luchando por la garantía al respeto al territorio y llama a presionar para que se cumpla lo acordado, porque se está jugando el presente, futuro y la etnicidad donde sin importar el tamaño de las poblaciones afros se debe respetar sus procesos, porque no es un tema únicamente del Pacífico colombiano.

Por su parte Armando Valbuena exconsejero mayor de la Organización Nacional Indígena de Colombia  y representante de la Comisión Étnica Para la Paz y Defensa de los Derechos Territoriales:

  • Resaltó la importancia de los avances en el reconocimiento de los territorios indígenas últimos 40 años, y señaló que con los Acuerdos de la Habana se abre más posibilidades para este reconocimiento.
  • Por otro lado señaló que han sido testigos de los incumplimientos del gobierno con las FARC y con los pueblos indígenas, lo que  ha generado dudas, pues no se ha consultado previamente a las comunidades indígenas, ni a la Mesa Permanente de Concertación con los Pueblos Indígenas, como había sido el acuerdo, los proyectos de Ley y Reformas constitucionales que serán aprobadas en el marco del “fast track”.
  • Además identificó que es necesario unificar la instancia de alto nivel con la Mesa de Concertación teniendo en cuenta que existen 1300 acuerdos incumplidos por parte del Gobierno nacional con los pueblos indígenas y 300 acuerdos incumplidos con las comunidades afro. Hay que defender esta paz nuestra pero entendiendo como incumple el gobierno.

Por su parte Sandra Naranjo, asesora de Voces de Paz:
  • Señaló que como resultado del Cónclave de la CSIVI ampliada realizado en Cartagena el pasado 25 y 26 de marzo  se acordó priorizar el trámite de las normas necesarias para la implementación del Acuerdo Final. El Gobierno Nacional presentará durante el mes de abril, ante el Congreso un paquete de proyectos de reforma constitucional y de ley para el desarrollo del Punto de desarrollo agrario integral, sin embargo hay preocupación porque lo étnico no tiene la importancia que merece en la construcción de la propuesta normativas que desarrollan el acuerdo de paz.

Como conclusión en el conservatorio por parte del público se señaló que el mayor reto en la implementación del acuerdo es frenar el exterminio físico y cultural de los pueblos indígenas y afrodescendientes. Al finalizar el conversatorio quedaron muchas más preguntas y debates en el aire que serán abordados en próximos eventos que han sido programados por parte de la CONPI y CONAFRO, para seguir avanzando en discusiones que brinden mayores elementos de análisis y permitan hacerle seguimiento a una adecuada implementación de los acuerdos de paz.  

*Por Adolfo Ballesteros y Diego Balvino Chavez Chaves CONPI Bacata





COMUNICADO No 01

La Coordinación Étnica Nacional de Paz – CENPAZ, donde confluimos organizaciones étnicas, Autoridades, Cabildos y Resguardos Indígenas de territorios colectivos y consejos comunitarios de comunidades negras y palenqueras que permanentemente le apostamos a la construcción de paz en los territorios desde el fortalecimiento organizativo de nuestros procesos, EXPRESAMOS NUESTRA SOLIDARIDAD Y RESPALDO A LAS LUCHAS DE RESISTENCIA POPULAR que vienen desarrollando campesinos, afros e indígenas en la región de Tumaco, departamento de Nariño al suroccidente de Colombia.

Manifestamos nuestro profundo RECHAZO e INDIGNACION frente a las medidas represivas empleadas por el Gobierno Nacional a través del ESMAD, a pesar de los escenarios de dialogo y acuerdos propuestos por las organizaciones populares.

Consideramos que este momento histórico que vivimos los Colombianos, URGE la necesidad avanzar en la implementación integral de los acuerdos firmados que permitan dar credibilidad de la voluntad política del Gobierno y las instituciones del estado en la construcción efectiva de paz.

Denunciamos y responsabilizamos al Gobierno colombiano por las afectaciones, heridos, judicializados y las consecuencias de seguridad que sobre los dirigentes y comunidades se presenten en esta región.

Como CENPAZ exigimos al Gobierno Nacional, a las instituciones y Autoridades competentes para que se continúe con los diálogos, se implemente el punto 4 de solución al problema de las drogas ilícitas del Acuerdo de Paz y se respeten y cumplan los acuerdos que en el marco del PNIS se pacten entre Gobierno y Comunidades.

Hacemos un llamado fraterno a las Organizaciones sociales y populares para que expresen su respaldo y denunciemos la represión estatal en nuestros campos y convocamos a los Organismos Defensores de Derechos Humanos a nivel nacional e internacional para que acompañen y verifiquen la implementación del Acuerdo de Paz. No se puede hablar de Paz mientras se atropella y se violenta la dignidad de los más humildes.

COORDINACIÓN ÉTNICA NACIONAL DE PAZ – CENPAZ, INTEGRANTE INSTANCIA ESPECIAL DE ALTO NIVEL CON PUEBLOS ÉTNICOS PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE LOS ACUERDOS DE PAZ

CC: Ministerio del Interior, Ministerio del Posconflicto, Oficina del Alto Comisionado de Paz, Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementacion CSIVI.


Pueblos, Comunidades y Organizaciones Étnicas por la Construcción de Paz con Justicia Social y Ambiental desde los Territorios
Correo: cenpazcolombia@gmail.com Celulares 3133102483 - 3175423840 - 3112104325

http://www.conpicolombia.org/search/label/Cenpaz


“…Regresaron las masacres en nuestro territorio. El día lunes 27 marzo fueron asesinados 5 hombres afrocolombianos en la región del San Juán, territorio del Chocó y un joven se salvó de milagro. Ese fue un campanazo de alerta para medir la reacción del Gobierno tras la firma de los acuerdos…”









01 Abr 2017
Por: Aiden Salgado Cassiani *
 
A pesar que el año pasado se firmaron los acuerdos de paz de La Habana entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las FARC-EP, parece que este gesto de acuerdo nacional que pretende generar condiciones para un nuevo país, especialmente en el campo, no se ha visto realmente reflejado en las comunidades negras e indígenas como en el resto de la población -ahondaré en las comunidades negras-. El atraso de las leyes en el fast track podría ser una razón.

Para tratar de destrabar la situación el fin de semana pasado se realizó en la ciudad de Cartagena el conclave de la Comisión de Seguimiento, Impulso, Verificación e Implementación –CSIVI- (la mesita de La Habana en Colombia). El conclave que le puso el acelerador a los compromisos de los acuerdos y que, entre cosas importantes, ratificó la voluntad de paz de las FARC. La guerrilla, a pesar del incumplimiento del Gobierno y el Estado colombiano, decide continuar cumpliendo su palabra y seguir adelante con el calendario de dejación de las armas.

Son múltiples incumplimientos del Gobierno, por ejemplo, en cuanto al acondicionamiento de las ZVTN y PTN (Zonas Veredales Transitorias de Normalización y Puntos Transitorios de Normalización); las leguleyadas jurídicas con el fast track; la no puesta en funcionamiento de la Ley de Amnistía que se aprobó el año pasado con el sistema judicial colombiano no procede para la libertad de los guerrilleros que deberían estar en los puntos de concentración: los presos y exiliados.

Con todo este panorama no se ha tenido en cuenta a las comunidades negras, a pesar de contar con el Capítulo Étnico en los acuerdos, la situación de estas comunidades continuas en la marginalidad y esta semana han sucedido dos hechos de trascendencia nacional en territorios de comunidades negras que no han visto llegar los acuerdos de La Habana.


Regresaron las masacres en nuestro territorio. El día lunes 27 marzo fueron asesinados 5 hombres afrocolombianos en la región del San Juán, territorio del Chocó y un joven se salvó de milagro. Ese fue un campanazo de alerta para medir la reacción del Gobierno tras la firma de los acuerdos, pues se supone que después de que las FARC se retiraran de los territorios, el Estado entraría a hacer presencia en estos lugares. Pero, frente a estos asesinatos en comunidades negras del Chocó, no ha pasado nada con el Estado, a la fecha ni siquiera se sabe quiénes fueron los victimarios.

El jueves fue el más duro de los enfrentamientos entre la Policía, el Ejercito, el Escuadrón antimotines – ESMAD- y la comunidad de Tumaco por la erradicación forzada de las matas de coca. Esa comunidad firmó un acuerdo de sustitución que fue concertado con el Gobierno y ha sido desconocido, pues los militares están realizando la erradicación forzosamente y esto ha generado un enfrentamiento que tenía ayer 14 personas heridas de gravedad por la acción de las fuerzas del orden; hay más de 5 buses de transporte público incinerados, y una cantidad de destrozos en la comunidad.

Estos dos hechos que rechazan las comunidades suceden sin que el Gobierno nacional coloque en funcionamiento herramientas que están en los acuerdos para prevenirlos e investigarlos. En el caso de los asesinatos en el Chocó, en los puntos 3.4.7 y 3.4. y 2.2 de los acuerdos se habla del desmantelamiento del paramilitarismo y bandas criminales, protección de las comunidades. En el caso de Litoral del San Juan no sabemos quién fue el victimario, pero no se ha activado la ruta de los acuerdos para perseguir los perpetradores de esta masacre. Para el caso de Tumaco, el punto 4 sobre drogas de uso ilícito, en su literal 4.1.3.2, habla del acuerdo de sustitución con la comunidad, y el punto 4.1 detalla el programa de sustitución de cultivos de uso ilícito. Además, en este aparte se enfoca al problema de las drogas como un problema de salud pública y, entre otras cosas, contempla la sustitución de coca de forma concertaba con los cultivadores presentándoles alternativas de sobrevivencia, en el entendido de que es la falta de oportunidades para sacar su familia adelante la que los lleva a sembrar la mata de coca. Está demostrados que los cultivadores no son los que realmente ganan en la cadena del narcotráfico, sino que son el eslabón más débil.

Con toda esta realidad, como miembro de la Coordinación Étnica Nacional de Paz- CENPAZ y participante en la mesa de La Habana, observo que se puede desvanecer la posibilidad para que los pueblos étnicos puedan mejorar sus condiciones de vida a través de la puesta en marcha de los acuerdos. Y eso sería contradictorio al espíritu de lo acordado. Quienes estuvimos en La Habana logramos un Capítulo Étnico porque como pueblo étnico diferenciado somos uno de los más afectados por la violencia del conflicto político, social y armado que desangra Colombia desde hace algo más de 50 años, conflicto que se ensañó en nuestros territorios, con nuestros líderes y que no para, a pesar de los acuerdos.

Es triste decir hoy que los acuerdos empezaron a reglamentarse por medio de leyes y no sucede nada con nuestra gente negra; se aprobó la ley de jurisdicción especial para la paz, JEP, y todavía no sabemos si va a haber jueces, fiscales e investigadores afros; se está avanzando en la creación de varias entidades como la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas, la Comisión para el esclarecimiento de la Verdad, la Comisión Nacional de Garantía de Seguridad, la unidad de investigación para el desmonte de las organizaciones criminales, la ley de partidos, el estatuto de la oposición, entre otros escenarios emanados de los acuerdos. Una de nuestras demandas en la mesa de La Habana fue que en todos esos nuevos cuerpos e instancias debería haber gente negra que conociera de las comunidades ya que, así como fuimos afectados de forma particular por el conflicto, necesitamos participar de las estrategias acordadas en los acuerdos para así garantizar que nuestros derechos no sigan siendo vulnerados.


*Palenquero, miembro del CONAFRO, del CEUNA. kombilesa – Activista y de la CENPAZ; Coordinación Étnica Nacional de Paz


“…el día de la firma del acuerdo final se dio un debate serio y duro con la mesa de negociación, en especial con la delegación del Gobierno Nacional que, ese 24 de agosto, se negaba a que apareciera un documento sólido sobre los pueblos étnicos en el documento final. A razón de eso, la FARC intervino recordando que había hecho un compromiso con las comunidades étnicas y que su palabra la iban a respetar…”











20 Mar 2017
Por: Aiden Salgado Cassiani*
 
El 24 de septiembre de 2016 desde La Habana (Cuba) se daba a conocer al país y al mundo que se había finalizado una discusión de un poco más de 5 años entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las FARC-EP y que se tenía un texto de 297 páginas. En la página 180, con el numeral 6.1.12, se incorporaba el capítulo étnico. En ese momento todos aplaudimos, en especial los que nos dedicamos al trabajo con grupos étnicos, porque este capítulo reconoce que los pueblos étnicos han contribuido a la construcción de una paz estable y duradera, al progreso y desarrollo económico y social del país. Igualmente, contempla la participación de los pueblos étnicos en la implementación de los acuerdos con el fin de proteger sus derechos y avanzar en mejorar sus condiciones de vida.

Hecho público el acuerdo en su totalidad y conocido el aparte étnico, llegaron felicitaciones de diferentes partes del mundo, de organizaciones, de instituciones y personalidades, a los pueblos étnicos de Colombia que siempre estuvieron allí, perseverando hasta el último día de la firma para que sus reclamos fueran incluidos en el texto final. Poco se sabe del trabajo arduo que se adelantó desde las organizaciones y las personas involucradas para conseguirlo… no solo se trató de un sector, de los que estuvieron en todo el proceso, sino de las personas y sus organizaciones que abogaron por la inclusión de los grupos étnicos. Y, no solo en la coyuntura de la discusión de La Habana, sino desde mucho antes, cuando muy pocos en el país le apostaban a una mesa de conversación entre el gobierno y las FARC.

Ya en 2011, en Barrancabermeja, Magdalena Medio, del 12 al 15 de agosto de ese año, se realizó el “Encuentro nacional de comunidades campesinas, afrodescendientes e indígenas por la tierra y la paz de Colombia”, en el cual participamos miembros de lo que es hoy la Coordinación Nacional de Organizaciones y Comunidades Afrodescendientes (Conafro) y de la Coordinación Nacional de pueblos Indígenas (CONPI). En la Universidad Distrital de Bogotá, los días 21 y 22 de mayo 2013, el Colectivo de Estudiantes Universitario Afrocolombiano (CEUNA) -hoy perteneciente a la Conafro) organizó el Foro “Afrocolombianidad y Proceso de Paz”. En esos mismos días, el CEUNA dedicaba su versión número 5 de su periódico La Uramba al proceso de paz de La Habana y a las comunidades afrocolombianas. En el mes de mayo de 2015 –con motivo del Día de la Afrocolombianidad- el equipo del Decenio Afro, Poder Negro, Conafro y otros procesos organizativos realizamos el evento “Movimiento social afrocolombiano y el decenio de las y los afrodescendientes”. Allí se produjo una declaración de apoyo al proceso de paz de La Habana y la se pidió la inclusión del pueblo afrocolombiano. Este evento tuvo participantes de siete países de América, miembros de la Articulación Regional de Afrodescendientes de las Américas y El Caribe.

A nivel internacional, en los diferentes eventos donde participamos en representación de Colombia logramos que cada declaración tuviera un reconocimiento y apoyo de la negociación de La Habana con la inclusión de pueblos étnicos: en Caracas, en 2011, en el IV Encuentro Internacional de Afrodescendientes y Transformaciones Revolucionarias; en La Habana la reunión de la Articulación Regional Afrodescendiente de América y El Caribe (ARAAC), celebrada en septiembre de 2012; el 16 de junio de 2013 la revista ALAI dedicó su edición al tema afrodescendiente y allí publicamos un artículo titulado Dimensión de la afrocolombianidad en coyuntura de paz; en 2015, en Montevideo- Uruguay, se realizó el II foro por la paz de Colombia, allí con la organización Mundo Afro de Uruguay participamos en un panel sobre la importancia de la inclusión afro en el proceso de paz colombiano, y también en Francia, en 2016, cuando en París se celebró en abril el III festival por la paz de Colombia donde participamos presentando nuestra posición frente a la necesidad de la paz con inclusión de los grupos étnicos.
Representantes Coordinación Étnica Nacional De Paz CENPAZ


Todo el recuento anterior es para explicar que antes y desde que inicio del proceso de paz de La Habana los pueblos afro e indígenas estuvimos metidos de cabeza en lograr el objetivo de la participación de los pueblos étnicos en los diálogos. Ya con la mesa de diálogo instalada y con más de 4 de años de funcionamiento, empezamos a tener injerencia directa y pública, junto a otros procesos afros e indígenas.

La primera reunión fue el 28 de febrero de 2016 y en ella participó el CONPA [conformado por Foro Interétnico Solidaridad Chocó –FISCH-, Asociación de Afrocolombianos Desplazados –AFRODES-, Proceso de Comunidades negras –PCN-, Autoridad Nacional Afrocolombiana –ANAFRO-, Consejo Laboral Afrocolombiano –CLAF-, Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas –CNOA-, Pastoral Afrocolombiana Diócesis de Quibdó, Red de Mujeres Afrocolombianas Kambiri] que junto a la Organización Nacional Indígena de Colombia –ONIC- y Gobierno Mayor constituyen hoy la Comisión Étnica de Paz. De nuestra parte, estaba la Coordinación Étnica Nacional de Paz –CENPAZ-, conformada por la Coordinación Nacional de Organizaciones y comunidades afrodescendientes –CONAFRO-, la Coordinación Nacional de Pueblos Indígenas –CONPI-, Asociación de Pequeños y Medianos Mineros del Chocó –ASOMICHOCO-, Comunidades Construyendo Paz en el Territorio –CONPAZ-, Poder Ciudadano y la Federación de mineros del Chocó –Fedemichoco-. En este primer encuentro no pudimos llegar a un acuerdo para presentarle propuestas unificadas a la mesa y quedamos en reunirnos en Colombia, lo que la Comisión Étnica de Paz desechó.

Después nos encontramos en la audiencia de paz dirigida a los grupos étnicos. Allí estuvieron la Comisión Étnica de Paz, CENPAZ, Chao Racismo, y Poder Ciudadano. En esta audiencia cada plataforma presentó sus propuestas por separado y nuevamente después de la audiencia quedamos en reunirnos en Colombia, pero otra vez la Comisión Étnica de Paz canceló la reunión.

En cada encuentro en La Habana, cada organización o proceso llevó propuestas desde el primer día. De nuestra parte [CENPAZ], desde la primera reunión de febrero compartimos un primer documento sobre la negociación y más adelante en la audiencia nuevamente entregamos los documentos. Ya en la última visita los compañeros de Comisión Étnica de Paz habían radicado un documento muy bien elaborado que tenía insumos de múltiples propuestas, incluyendo las presentadas en la audiencia por parte nuestra.

Con el panorama anterior, el día de la firma del acuerdo final se dio un debate serio y duro con la mesa de negociación, en especial con la delegación del Gobierno Nacional que, ese 24 de agosto, se negaba a que apareciera un documento sólido sobre los pueblos étnicos en el documento final. A razón de eso, la FARC intervino recordando que había hecho un compromiso con las comunidades étnicas y que su palabra la iban a respetar, por lo cual dijeron nos acogemos a lo que digan las comunidades; en ese momento se organizó una comisión con el Gobierno, las FARC y delegados de los dos plataformas étnicas que participaron de todo el proceso en la mesa. Y a escasos minutos del anuncio del documento final es que se logró llegar a un acuerdo para consolidar un documento final que contenía muchos otros detalles, pero que al final tiene como resultado el capítulo étnico de los acuerdos.

La anterior reseña del proceso trata de señalar que el capítulo étnico fue un esfuerzo de mucha gente dentro y fuera de la mesa. De los que apoyaron con artículos, con declaraciones, con pasajes y recursos económicos y, principalmente, de las organizaciones que a lo largo de los años del proceso siempre estuvieron allí perseverando por la inclusión de las comunidades negras-afrocolombianas e indígenas en los acuerdos.

Hoy la responsabilidad es la de hacer cumplir lo acordado en La Habana y en ese sentido es razonable que las y los que estuvieron en todo ese debate hagan parte por medio de sus delegados de la alta instancia que recoge el capítulo étnico.


Hoy necesitamos trabajar de la mano reconociendo los aportes de todos y todas para materializar los acuerdos y que ello redunde en mejorar las condiciones de vida, no de los dirigentes, sino de ese pueblo sufrido, con la claridad de que los acuerdos se materializan en el territorio con sus comunidades, no bajo organizaciones o estructuras burocráticas, que pueden pretender vivir de los acuerdos.

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