Carta Pública.
Juan Manuel Santos Calderón
Presidente de la Republica de Colombia
Comisión de Seguimiento Implementación
Verificación e Impulso (CSIVI):
Gobierno Nacional y FARC-EP.
Desde la Coordinación Étnica Nacional de
Paz (CENPAZ), nos dirigimos a ustedes con el fin de poner a consideración
algunas observaciones, que consideramos son de total importancia en la
implementación de los acuerdos para el bienestar de nuestras comunidades
étnicas como sujeto de derecho.
Desde que empezó la negociación entre el
Gobierno y las FARC-EP (2012), nosotros hemos participado en varios eventos
sobre los diálogos de paz, como lo fueron los foros nacionales organizados por
la Universidad Nacional y Naciones Unidas. Así mismo, el año pasado (2016)
asistimos a La Habana-Cuba en el marco de La audiencia para grupos étnicos y la
firma del acuerdo final. En cada momento hemos puesto de manifiesto que para el
logro de una paz estable y duradera, como lo afirman los acuerdos alcanzado por
las partes en confrontación, deberían necesariamente contar con la
participación de los grupos étnicos, en todo lo concerniente a la
implementación. Insistimos en que es necesaria su participación y presencia en
los diferentes espacios e instituciones que se crearían para ello; en este
sentido logramos que quedara en el acuerdo general el Capítulo Étnico 6.2 que
crea la alta instancia étnica para la implementación, entre otros asuntos
acordados.
Hoy la creación del Capítulo Étnico no
ha sido suficiente para que las comunidades étnicas sean tenidas en cuenta en
el desarrollo de la implementación de los acuerdos, en el fast-track. Este
proceso no ha contado con la participación activa de las comunidades, como
consultoras y acompañantes de las leyes discutidas en el Congreso de la
República. Pero más grave aún, es que se hayan adelantado leyes que tienen
total implicación en estas comunidades y ni así, han sido tenidas en cuenta o
consultadas.
Todo este proceso de implementación ha
tenido una atrofia para la participación de las comunidades étnicas de
Colombia. A pesar de ser las principales víctimas en este conflicto, en sus
territorios se ha mantenido la guerra en los últimos quince años.
Queremos ponerles de manifiesto:
Que la consulta y participación en las
leyes de fast-track, son de obligatorio cumplimiento, así como la necesaria
inclusión de gente negra e indígena en los nuevos escenarios e instituciones
que se crean para la implementación de los acuerdos.
Hoy es necesariamente prioritario que,
en La Comisión para el esclarecimiento de la verdad, Unidad de búsqueda de
personas dadas por desaparecidas, y la JEP, compuesta por jueces y magistrados,
se incluya gente negra e indígena, ya que serán estos los encargados de poner
en práctica el punto 5 sobre las víctimas.
También es una exigencia nuestra que un
pueblo emblemático como Palenque de Sam Basilio, que es un pueblo pobre,
afectado por la violencia, con problemas de consumo de drogas, pero a su vez un
pueblo símbolo de paz y libertad en Colombia y América, sea incluido en los
Programa de desarrollo con enfoque territorial-PDET de los Montes de María, o
como un PDET especial. Palenque fue el primer pueblo libre de América y el
primero en firmar un tratado de paz en 1713.
Hoy los grupos étnicos son las
principales víctimas del conflicto armado colombiano y por ello requieren tener
una real participación en la implementación de los acuerdos, le decimos al
gobierno y a la CSIVI, que no bastó con la audiencia y el Capítulo Étnico. Sin
la real participación de las comunidades étnicas en la implementación, con
gente de carne y hueso, el impacto de la paz no será igual. Sin participación
de las víctimas no hay paz.
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